Una de las principales razones por las que muchas veces cuesta atraer clientes, es porque no tenemos para nada claro quién es nuestro cliente ideal: ¿a quién le estamos hablando con nuestros mensajes? ¿para quién es lo que estamos ofreciendo?
La mayoría de las veces nos quedamos con definiciones genéricas como “mi servicio es para mujeres de más de 30 años que hablan español” o “mi producto es para mamás con bebés de 1 a 7 años”, que no nos dice nada específico de cómo es, qué siente y qué quiere esa persona.
Si solo nos quedamos con los datos demográficos, va a ser muy difícil generar comunicaciones que conecten y atraigan a esa persona.
Para llamar la atención de tus potenciales clientes, en un mundo colmado de mensajes y constantes interrupciones, tenemos que hablar claro y directo. Si no nos animarnos a elegir, nuestros mensajes van a quedar tan “tibios y genéricos”, que no van a conectar con nadie.
Por eso, si no estás segura si tenés o no el cliente ideal de tu emprendimiento claro, hoy te quiero compartir 4 chequeos que podés hacer para comprobar si te estás animando a hablarle a alguien especifico o tendrías que afinar un poco más.
Chequeo 01: ¿Es objetiva tu descripción?
Cuando hablamos de “cliente ideal” estamos hablando de una descripción que hacemos detallando (lo máximo posible!) cómo es, qué siente y qué quiere la persona que nos interesa atraer a nuestra marca.
Esa persona que elegimos ayudar con nuestros servicios o que tenemos una propuesta que sabemos le va a encantar con nuestros productos.
Entonces, el primer paso, ¡es armar esa descripción! No dejarla en la cabeza, sino que tomarnos el tiempo de escribirla.
Una vez que tenemos esa descripción escrita, el primer chequeo para asegurarnos que es realmente específica, es ver si estamos incluyendo información objetiva.
¿Qué quiere decir eso? Que alguien que lee tu descripción, debería poder decir fácil y sin dudar: “sí, me estás describiendo a mí tal cual” o “no, no tengo idea de qué estás hablando”.
Uno de los errores comunes cuando armamos esta descripción, es que usamos palabras subjetivas, que no hablan concretamente de nadie.
Por ejemplo, decir que tu clienta ideal es “una mujer valiente y creativa que busca productos que la inspiren”, es demasiado vago y subjetivo. Podría aplicar a casi cualquiera y, por esa razón, no me permite decir claramente si estoy o no en ese grupo.
En cambio, si decís que tu clienta ideal es “una mujer de más de 30 años que acaba de tener su primer bebé hace menos de un año y se siente desbordada, sin tiempo para ella…”, hay datos objetivos y concretos con los que en un minuto puedo decir si entro en ese grupo o no.
O si decís que tu clienta ideal es “una mujer que trabaja en relación de dependencia hace más de 10 años en un rol y empresa que le gusta pero no le encanta, que sabe que su pasión está en otro lado, pero hoy su trabajo le da una seguridad y estabilidad que no se puede dar el lujo de perder. Que amaría poder empezar su negocio y dedicarse a otra cosa, pero no sabe muy bien cómo hacerlo”.
Es una descripción en la que alguien puede decir en un segundo si entra o no. ¿Trabajás en relación de dependencia? Sí o no. ¿Hace más de 10 años en la misma empresa? Sí o no. ¿Sabés que tu pasión es otra? Sí o no. ¿Querés tener un negocio propio? Sí o no.
¡Y eso es lo que buscamos cuando armamos esta descripción! Que permita responder claramente si entro o no ahí. Para poder hablarle en tu comunicación a esa persona concreta, con esa situación específica, sintiendo esas emociones particulares. Que no es igual a lo que siente o está viviendo todo el mundo.
Porque si tu descripción abarca a casi todos, tus mensajes no van a conectar con nadie.
Así que este primer chequeo consiste en revisar si tu descripción de cliente ideal tiene información objetiva y concreta, que alguien que la lea pueda responder rápido y con claridad si entra o no, o si por el contrario, estás usando demasiadas palabras genéricas y subjetivas sin mucha precisión.
Chequeo 02: ¿Deja personas claramente fuera?
El segundo chequeo está un poco relacionado con el primero, porque si hicimos ese primer paso bien, éste va a salir más fácil. Se trata de revisar si tu descripción de cliente ideal deja claramente personas fuera y está claro quiénes son esas personas.
Si, yo por ejemplo, digo que mi clienta ideal es “una mujer emprendedora que ya tiene su negocio en marcha, pero le está costando atraer la suficiente cantidad de clientes para vivir de eso”, ¡en esta descripción estoy dejando mucha gente fuera!
En primer lugar, estoy diciendo que mi clienta ideal es una mujer emprendedora, con lo cual estoy dejando a los hombres fuera. Eso no quiere decir que no haya hombres que lean mi Blog (sé que hay!), pero sí quiere decir que yo elijo hablarle a las mujeres.
Además, al decir que mi clienta ideal “ya tiene su negocio en marcha”, estoy dejando también fuera a las personas que quieren emprender pero todavía no saben muy bien qué hacer o no empezaron.
Porque, por el tipo de conocimiento de marketing y negocios que tengo, decidí que puedo ayudar mejor a las emprendedoras que quieren crecer y escalar. Pero es una decisión, podría haber decidido todo lo contrario y enfocarme en emprendedoras que recién están empezando.
Por último, también estoy diciendo que “es una emprendedora que le está costando atraer clientes”, con lo cual también estoy dejando fuera a todas las emprendedoras que están volando con sus ventas y lo que necesitan quizás es ayuda con otra cosa.
Éste es sólo mi ejemplo, pero lo que quiero que veas es que es muy claro quién queda fuera, cuando soy clara describiendo quién está dentro.
Si solo hubiese dicho “mujeres emprendedoras”, en mi opinión seguiría siendo una descripción demasiado amplia y genérica, porque no todas las emprendedoras están en la misma etapa con su negocio, sienten lo mismo, tienen los mismos desafíos ni necesitan las mismas cosas.
Si intentase hablarle a todas las emprendedoras al mismo tiempo, no sabría de qué hablar y no conectaría con ninguna.
En cambio, elegí y eso me permite elegir también temas más concretos a la hora de crear mi contenido y hacer mi comunicación. Porque sé a quién le estoy hablando y a quién no.
Por eso, cuanto más concreto puedas hacer tu descripción, y por lo tanto, más personas dejes fuera intencionalmente, mucho más fácil te va a resultar atraer a esa persona que elegiste. Porque vas a poder hablarle de temas específicos en función de su situación particular.
Chequeo 03: ¿Incluye aspectos emocionales?
El tercer chequeo importante es ver si la descripción de nuestra clienta ideal incluye aspectos emocionales o sólo nos quedamos en los datos demográficos y nos olvidamos de todo lo demás.
Si digo que “mi clienta ideal es una mujer de 50 años con hijos adolescentes que vive en España”, solo estoy describiendo la información demográfica (su edad, la de sus hijos, lugar de residencia), pero me estoy olvidando de lo emocional, que es lo más importante para hacer comunicaciones que conecten.
Lo demográfico es importante, pero no suficiente.
Entonces, imaginemos que sos coach nutricional y la descripción más completa sea “una mujer de 50 años con hijos adolescentes que vive en España, y está muy preocupada porque no logra que sus hijos se alimenten bien. Ella y su pareja trabajan todo el día y no tienen tiempo (ni ganas!) de dedicarle a la cocina, pero saben que si no lo hacen sus hijos terminan comiendo cualquier cosa…”
La descripción seguiría, contando cómo se siente esa persona y qué está buscando, pero con el ejemplo ya te das una idea. Lo importante es que veas que no terminó en lo demográfico, sino que incluye emociones. Porque con esas emociones son con las que después vas a tener que conectar.
No todas las mujeres con hijos adolescentes tienen ese problema ni todas las que lo tienen se sienten igual. Al definir cómo se siente TU clienta ideal, estás delimitando a quién le vas a estar hablando (y a quién no!), y de qué temas tiene sentido que hables, porque le interesan a esa persona que querés atraer (y de cuáles no!).
>> Acá podés ver 3 herramientas para conocer mejor a tus potenciales clientes
Chequeo 04: ¿Te genera claridad a vos?
Por último, el chequeo final es revisar si leyendo tu descripción de cliente ideal, sentís que te da claridad o no. Si está bien hecha debería darte claridad, porque al enfocar muy bien a quién le estás hablando, debería ayudarte a enfocar también qué tipo de planes tiene sentido hacer y cuáles no, para atraer a esa persona.
Si tu descripción pasó los chequeos anteriores, es objetiva, deja personas fuera e incluye los aspectos emocionales, entonces al leerla debería darte claridad de dónde salir a buscar a esa persona, con quién hacer alianzas y con quién no, de qué temas vale la pena generar contenido y en qué eventos te conviene participar.
Siguiendo mi ejemplo, si tengo claro que mi clienta ideal es una emprendedora que ya empezó su negocio pero le está costando atraer clientes, y de pronto me invitan a dar una charla a un evento que está apuntado a mujeres que quieren descubrir su propósito para empezar un negocio que les apasione, tengo claro que ahí no va a estar mi clienta ideal. Porque mi clienta ideal ya empezó con su negocio y ya sabe lo que le apasiona, solo que no sabe cómo hacerlo crecer.
Con lo cual puedo rechazar ese evento con la tranquilidad de saber por qué estoy diciendo que no.
O siguiendo el ejemplo de la coach nutricional enfocada en padres con hijos adolescentes que les está costando que coman de forma saludable, al tener claro su cliente ideal, tiene la claridad de poder decir no a cualquier evento enfocado en bebés, o cualquier nota que le quieran hacer en revistas especializadas en niños pequeños o alianzas donde la otra persona no apunte al nicho de adolescentes que a ella le interesa.
Esa claridad de saber quién es nuestro cliente ideal, nos genera como consecuencia claridad de saber dónde apuntar nuestros esfuerzos de marketing y dónde no vale la pena poner nuestro tiempo.
Y, como emprendedoras, saber a qué decir “no” es tanto o más importante como saber a qué decir “sí”.
Porque nos permite enfocar nuestro tiempo y dinero en aquellas acciones y actividades que sabemos tienen sentido para nuestra clienta ideal, y no perder el tiempo en lugares donde esa persona no está.
Por eso es fundamental tener muy claro quién es esa clienta ideal en tu negocio, para enfocar tus esfuerzos en lugar de sentir que vas tirando “tiros al aire” sin mucha dirección.
Así que ojalá estos chequeos te sirvan para hacerlos en tu propio negocio y detallar lo máximo posible quién es esa persona a la que querés atraer y ayudar con tus productos o servicios.
Buenas tardes, tengo un taller de enmarcados,hace bastante tiempo, siempre fue recomendado de boca en boca fue creciendo de esa manera, hoy en día, claro estoy en las redes y ahí, es donde me cuesta más enfocarme en un publico especifico.
Me cuesta enfocarme,para atraer más clientes
Hola Ceferina!!! Que lindoooo que tengas un taller de enmarcados! En cuanto a lo que me contás, el primer paso que te recomiendo es que pienses qué es lo que quiere o necesita tu cliente ideal cuando busca tus servicios, para que en función de eso crees tu contenido para CONECTAR y atraerlo a tu negocio.
No sé si ya la viste, pero acá te dejo el link con una guía con 7 pasos para crear contenido que te puede servir para que puedas compartir contenido de valor para tu cliente en las redes, te conozcan e interactúen con tu marca: https://www.naylanorryh.com/7pasos-contenido-calidad
Y acá te comparto otro artículo del blog que puede servirte también para esta etapa en la que estás: https://www.naylanorryh.com/recursos-para-mejorar-instagram/
Espero que esta información te sirva!! 💕💕
Hola Nay! Soy lic. en Nutricion, vivo en Argentina.
Queria escribirte, espero que lo puedas leer, solo para agradecerte. Realmente sos usada en mi vida, para mejorarla. A traves de tu blog, sobre la busqueda del emprendimiento adecuado, no solo fui encontrando el cliente ideal con el cual deseo trabajar para ayudar, sino tambien, fui encontrándome conmigo mismo y mis anhelos, lo cual se me hacia dificil en estos ultimos 4 años. Recien comienzo, pero ya hay un cambio gigante en mi, asi que solo queria hacertelo saber, para que no te canses de trabajar en tu propósito. Saludos
Wow!! Que emoción tu mensaje Tatiana!!! Mil, mil graaaacias por todas tus palabras y por tomarte el tiempo de decírmelo!! A mí me pone muuuuy feliz saber que los contenidos te sirvieron para reconectarte con tus anhelos y con ese cliente ideal al que querés ayudar!!💕💕
Ayyy que terror me da recortar a mi cliente ideal.
Pero estoy super clara que es por ahi, y parra alla voy… enfrentando mis miedos con valentía
Ya me leí todos los artículos de tu blog al respecto del tema (procrastinación saludable..jajaja)
Ya no tengo excusa, a definir mi cliente y ponerme en acción!!!
De nuevo GRACIAS Nay. Cuanto valor aportas!
¡Hola Roxana! Siiii, definir y bajar el cliente ideal bien a detalle es una de las cosas que más cuesta! Pero buenísimoooooo saber que los artículos del blog te están sirviendo. Me pone feliiiiiiz saberlo!! ❤️❤️
Hola! Te he descubierto por acaso, buscando sobre cliente ideal en Google, y me ha encantado. Empecé a seguirte en Instagram. 🙂
Bueno, yo tengo claro quién es mi cliente ideal, pero por más que intento atraerla, las clientes que se me acercan no son ella. Y eso me da una frustración enorme.
Soy asesora para familias con niños de 6 a 12 años interesadas en Montessori para mejorar la relación que tienen con sus hijos. Mi clienta ideal es española, entre 40 a 50 años, interesada en educación respetuosa, que le guste los cursos online y a formarse.
Bueno, pues las clientes que atraigo, lo único que tienen en común es la edad de sus hijos y que les gusta Montessori, pero nada más. Me frustra porque, claro, no compran mis cursos online, y las que compran la mayoría no terminan o nunca los abre. Tenía un servicio de consultoría y lo deje porque era horrible, cuando decía todo a mi alumna que quería hacer, desaparecía. Solo encontré mi clienta ideal una vez. No era española, pero de resto era exactamente como había dibujado. Estuvimos un mes haciendo consultoría y fue genial. Pero ella se independizó ( como tiene de ser) y nunca más volvió a encontrar alguien como ella. Es desalentador.