A lo largo de estos meses logré ser más consciente de cosas que no me gustaban/incomodaban y esto me ayudó a ir transformándolas de a poco. Le pude poner nombre a varias situaciones que vivía, eso me ayudó a entender por qué me estaba pasando y qué hacer con eso, me acompañó a sentir menos culpa entendiendo que muchas pasamos por lo mismo y no soy la única a la que me pasa, y a tener más compasión por mí misma. Esto es algo que para mí no tiene precio. También me ayudó a contratar de manera efectiva a una asistente virtual, tener mi negocio más organizado y planificar para el próximo año.”