5 hábitos que nos impiden crecer con nuestro emprendimiento y cómo cambiarlos

5 hábitos que nos impiden crecer con nuestro emprendimiento

Escúchalo en tu plataforma preferida:

En los últimos años tuve la suerte de trabajar con más de 600 emprendedoras tanto en mis mentorías personalizadas como en mi programa grupal, lo que me permitió conocer un montón de emprendimientos en distintas etapas y diferentes industrias.

Todas con el mismo deseo de seguir creciendo, aunque muchas veces también, con las mismas barreras a la hora de hacerlo posible.

Aunque muchas veces pensamos que el crecimiento sólo depende de hacer mejor marketing, invertir en publicidad o tener una cuenta de Instagram más grande, la realidad es que en mi experiencia las barreras más fuertes pasan por otro lado y tienen más que ver con nuestros propios comportamientos.

Por eso, hoy te quiero compartir los 5 hábitos o comportamientos que más perjudican el crecimiento de muchas emprendedoras, para que veas si te ves reflejada en alguno y qué podrías hacer para ajustarlo.

Hábito #1 – La obsesión con los seguidores

Si me pagasen cada vez que alguien me pregunta “cómo hago para tener más seguidores”, creo que sería millonaria. Aunque no sería muy feliz, porque esa pregunta me pone mal, ya que sinceramente creo que cuando nos hacemos esa pregunta nos estamos haciendo la pregunta incorrecta. En realidad tendríamos que preguntarnos:

  • ¿Por qué alguien debería seguirme? ¿Qué le estoy aportando?
  • ¿Para qué quiero tener más seguidores? ¿Cómo impacta eso en mi negocio?

Conozco muchísimas cuentas con miles de miles de seguidores y muy pocas ventas. Porque no existe una relación lineal entre un número y el otro, si no está trabajado estratégicamente.

Para mí los seguidores deberían ser una consecuencia y no un fin.

La consecuencia de que estás compartiendo contenido de valor, estás ayudando, inspirando, enseñando o generando algún tipo de impacto positivo en esas personas del otro lado.

Pero además (y muy importante!), para mí esa obsesión con el número de seguidores nos produce un impacto negativo tremendo, porque al poner el foco en el lugar incorrecto lo sacamos de los lugares que realmente importan en nuestro negocio.

Estamos todo el día pensando cómo conseguir más seguidores, en lugar de poner el foco en asegurarnos que tenemos un modelo de negocio sólido, una estrategia de crecimiento clara, un plan de comunicación consistente y los números de nuestro negocio en orden.

Y quizás podrías pensar “es fácil decirlo ahora que tenés muchísimos seguidores”, pero para que no caigamos en esa trampa, te quiero contar algunas cosas:

  • Nunca invertí en publicidad para conseguir “me gusta” o “más seguidores”. Sí invierto en publicidad todos los meses para llevar tráfico a mi Blog, que es donde comparto el contenido de más valor. El aumento de seguidores fue siempre una consecuencia de eso, pero nunca un fin en sí mismo.
  • Hace más de 4 años que comparto contenido de calidad todas las semanas sin excepción. Solo corto por vacaciones, avisando que durante esas semanas no voy a estar compartiendo contenido porque voy a estar descansando. Me lo tomo muy en serio, tengo una rutina de trabajo y no pongo excusas para no hacerlo. Sin constancia no hay crecimiento posible.
  • Por último y lo más importante, la primera vez que lancé mi programa grupal online (que este año va a ir por su cuarta edición), tenía como objetivo que se sumen 50 emprendedoras. Se terminaron sumando 65, logrando una facturación con ese primer lanzamiento de USD 30,000, ¿y saben con cuántos seguidores? Con 2,234 en Instagram. Lejísimos de los 10,000 seguidores y sin embargo conseguí el objetivo que me había propuesto. ¡Porque tenía una estrategia y plan claro!

Esto por supuesto no lo veo sólo en mi negocio. Trabajo con emprendedoras que con muchísimos menos seguidores que otras, facturan más. Porque de verdad la variable más importante no es esa.

Muchos seguidores puede ser sinónimo de más ventas, sólo y sólo sí, tenemos antes una estrategia y modelo de negocio bien claro. No si vamos a ciegas persiguiendo seguidores sin tener claro qué seguidores queremos, qué tenemos para aportarles y para qué queremos que ese número crezca.

¿Qué te recomiendo entonces si te ves reflejada en este comportamiento?

Hábito #2 – Consumir más de lo que producís 

Este creo que es uno de los riesgos más altos que tenemos hoy en un mundo de constantes mensajes e interrupciones. Pasarnos horas y horas en Instagram consumiendo contenido de otras personas, yendo de una cuenta a otra, haciendo clic de acá para allá, y levantar la cabeza una hora después sin darnos cuenta muy bien en qué se nos fue el tiempo.

Por eso es fundamental que nos preguntemos y examinemos con total honestidad cuántas horas por día pasamos en Instagram, WhatsApp, Facebook o la red que sea, consumiendo contenido de otros y cuántas horas dedicamos a producir contenido nuestro original.

Si estamos 3 horas por día mirando otras cuentas, pero no logramos hacernos 2 horas a la semana para escribir en nuestro Blog, hacer esos tutoriales que sabemos que queremos hacer o planificar nuestras redes, entonces tenemos las prioridades invertidas y deberíamos ver cómo darlas vuelta.

Porque no es que no tengamos tiempo, es que no lo estamos usando de la manera más estratégica para nuestro propio negocio.

¿Cuál es la forma que mejor me funciona a mí para lograr esto? Limitar intencionalmente el tiempo que paso en las redes sociales. ¿Cómo?

  • Primero y principal planificando mi contenido con tiempo. No me conecto cada día a hacer la publicación de ese día, sino que tengo días específicos en el mes destinados a armar mi calendario y dejar los posteos ya programados.
  • Me conecto entonces una hora por día a contestar los comentarios del posteo que haya salido ese día. Y otra hora por día a la tardecita/noche para consumir contenido, mirar otras cuentas, comentar y estar por ahí navegando sin ningún objetivo.
  • ¡La clave más importante de todas! Todo el resto del día, sacando esas dos horas donde específicamente me conecto, ¡tengo el celular alejado de mi mano! No trabajo con el celular al lado, lo dejo siempre en una mesa donde no puedo llegar sin tener que levantarme. ¿Por qué? ¡Porque es adictivo! No tenemos la fuerza de voluntad de no agarrarlo si lo vemos brillar, sonar y vibrar sin parar. Así como no trabajaríamos con un cuarto de helado al lado si no queremos comer un cuarto de helado por día, tampoco deberíamos hacerlo con el celular.

Por supuesto no soy un robot y hay días en los que la tentación me gana, pero lo cumplo el 90% de las veces y eso es lo más importante. Porque tengo claro que si quiero crecer con mi negocio mi foco tiene que estar en crear más de lo que consumo.

Así que acá mi invitación es que primero revises con honestidad cuántas horas pasas hoy conectada consumiendo cosas que no te suman mucho valor, contestando el WhatsApp inmediatamente o perdiendo tiempo haciendo clic de acá para allá.

Porque el primer paso para cambiarlo es verlo y dimensionarlo.

Una vez que veas eso, decidí cuántas horas realmente querés estar conectada, y qué cambios tenés que hacer (intencionales!) para obligarte a cumplirlo. Para liberarte horas que hoy no te están sumando y poner ese tiempo en las cosas que más impacto tienen para el crecimiento de tu negocio.

¡Y acordate que no es fácil porque justamente es adictivo! Así que no te castigues si la primera vez que lo intentas no te sale para nada. Ningún cambio de hábito se consigue de un día al otro, y hoy el uso del celular, es uno de los hábitos más instaurados que tenemos. Así que paciencia.

Hábito #3 – La mirada con exceso en el futuro 

Si me conocen saben que soy fanática de la planificación y me parece fundamental para manejar un negocio. Por eso quiero que vean que la palabra más importante acá es “exceso”. Mirar el futuro para mí es un comportamiento que sí nos ayuda a crecer, el problema es cuando la mirada está ahí en exceso.

Me encuentro muchísimas veces con emprendedoras que me dicen que quieren crear cursos online, membresías o modelos que saben que son más escalables que el servicio uno a uno. ¡Y a mí me encanta escuchar eso, porque estoy convencida que son los modelos más rentables! ¿Pero qué pasa o cuál es el problema que veo? Que muchas de esas emprendedoras recién están empezando o tuvieron muy poca experiencia con clientes reales.

Quieren crear esos modelos porque ven que otros los están haciendo o porque saben que son los que les van a permitir escalar más rápido. Pero es importante que entendamos que para escalar tenemos que tener algo para escalar. Y ese algo se construye con tiempo.

A veces siento que hay una ansiedad extrema por irnos a esos modelos que creemos nos van a traer ingresos sin trabajar (mito del que ya voy a hablar en otro momento!), pero no podemos quemar etapas.

En mi experiencia por lo menos, la mejor forma de crear un BUEN programa o curso online es habiendo tenido primero suficientes experiencias con clientes uno a uno, que nos permitan conocer muy bien a esas personas, entender cuál es nuestro diferencial y desarrollar alguna metodología o sistema propio, que luego entonces podamos convertir en algo escalable.

Está buenísimo tener la visión de lo que queremos clara, pero no deberíamos dejar que esa visión nuble el presente.

A veces veo emprendedoras frustradas porque su negocio depende 100% de sus horas físicas, pero que no sea escalable hoy no quiere decir que no lo puedas transformar después.

Para mí hay un valor fundamental en los primeros años de un negocio, que es justamente tu capacidad de trabajar de forma mucho más cercana con tus clientes y llegar entonces a conocer mucho más en profundidad sus necesidades, problemas y deseos. Para entonces después poder crear un curso o producto a su medida.

Sino vas a crear un curso que igual te va a costar vender, porque no te tomaste el tiempo de conocer realmente a ese cliente ideal al que querés ayudar o no dedicaste el tiempo suficiente para crear algún sistema o metodología que haga que tu curso no sea exactamente igual al de todos los demás.

¿Qué hacer si ves que te gana la ansiedad de pensar demasiado en el futuro? Mi sugerencia es que internalices los beneficios de tu negocio actual, con el tamaño y escala de hoy.

  • Que todavía sea “demasiado personalizado”, implica el gran beneficio de poder dedicarte a conocer en profundidad a cada uno de tus clientes. ¡Enfocate muchísimo en eso! Aprovecha para hacerles preguntas, encuestas y conocerlos realmente. Acá te dejo algunas herramientas para eso. Te sugiero que vayas armando algún documento donde recopiles esa información, las palabras textuales tal cual te las dicen, lo que más les gusta de trabajar con vos, lo que tienen ganas de seguir aprendiendo o profundizando. Todo eso será oro puro cuando quieras moverte a un modelo más escalable, ¡pero AHORA es la mejor etapa para hacerlo aprovechando que todavía estás vos uno a uno!
  • Empezá a estandarizar tus servicios lo máximo posible. Empezá a prestar atención a las cosas en común que trabajas con todos tus clientes, no importa quién sea. La mayoría de las veces, aunque cambie el contenido de lo que trabajamos con cada persona, la estructura que seguimos es la misma o parecida. ¡Y esa es la estructura que después podés convertir en un programa o curso online! Yo hice eso durante mis primeros dos años. Solo ofrecía mentorías uno a uno, pero me enfoqué muchísimo en ir haciendo ese proceso lo más estandarizado posible, hasta que lo convertí en un sistema de 7 pasos, que después transformé en mi programa de mentoría grupal de 7 módulos. Los mismos 7 pasos que trabajaba en mis mentorías personalizadas son hoy los 7 módulos de mi mentoría grupal. Mismo contenido, diferente formato.

Hábito #4 – Ir a ciegas sin ningún plan claro

Hay una frase que me encanta que dice “si no tienes un plan, te convertirás en el plan de otra persona”. Porque cuando no tenemos plan, no tenemos prioridades ni focos claros. Y eso termina resultando en que decimos “sí” a los miles de planes que se nos cruzan por el camino, urgencias y prioridades de otros.

Como no sabemos en qué deberíamos enfocar nuestro tiempo, lo enfocamos en lo que va apareciendo por el camino.

Muchas veces siento que la palabra plan asusta o no gusta mucho, porque da la sensación de ser algo que restringe, limita la creatividad del día a día, o simplemente es muy difícil porque no tenemos idea cómo se va a ver el futuro.

Pero para mí un plan genera todo lo contrario. Armar un plan es simplemente sentarnos a pensar (con la cabeza fuera del día a día!) qué es lo que quiero lograr este año, en qué me voy a enfocar para conseguir eso, qué planes tiene sentido seguir haciendo porque están alineados a esos objetivos y a qué cosas tengo que empezar a decir “no”, porque no están alineadas con eso.

IR HACIENDO SIN RUMBO NO ES MUY ESTRATÉGICO. PORQUE NOS TERMINAMOS AGOTANDO Y AL FINAL NO SABEMOS MUY BIEN SI LAS COSAS QUE HACEMOS FUNCIONAN O NO, PORQUE NO TENEMOS CONTRA QUÉ COMPARARLAS.

Un plan nos pone en control de nuestro tiempo. Porque somos nosotras las que definimos en qué lo vamos a enfocar y en qué no.

¿Qué podemos hacer entonces? Mi sugerencia es frenar por lo menos una vez por año a revisar cómo cerramos el año anterior, qué funcionó, qué no funcionó, qué aprendimos, qué conseguimos y qué queremos el año siguiente. Ponernos un objetivo claro y definir el plan que vamos a seguir para eso.

Imaginate que definas como objetivo “duplicar las ventas mayoristas de tu tienda”. Perfecto, entonces lo que vas a planificar es qué vas a hacer durante el año para que eso pase. Quizás definís que vas a “contactar 10 potenciales mayoristas por trimestre” y “participar de 2 ferias mayoristas en el año”.

ANTICIPAS ASÍ ESE TIEMPO QUE VAS A NECESITAR PARA ESO. ¡Y ESE ES EL PODER DE LA PLANIFICACIÓN! QUE TOMAMOS EL PODER DE ACCIONAR AHORA PARA CONSEGUIR LO QUE QUEREMOS CREAR.

Hábito #5 – Asociar más horas con mejores resultados

5 hábitos que nos impiden crecer con nuestro emprendimiento - Productividad

Ya hablamos un poquito de ésto, pero quiero enfatizarlo porque realmente siento que es uno de los grandes enemigos de nuestra productividad y resultados.

Muchas veces veo emprendedoras que le están poniendo muchísimas horas a su emprendimiento, pero que sus resultados no son proporcionales a ese esfuerzo.

Porque el tema es que trabajar mucho no es lo mismo que trabajar bien. Dedicarle muchas horas a nuestro negocio, no es sinónimo de más ventas. Y definitivamente no es sinónimo de más ganancia.

La mayoría de las veces, la diferencia en resultados no está en poner más horas, sino en decidir muy bien dónde y cómo usamos esas horas.

Que estemos ocupadas no significa que estemos ocupando bien ese tiempo. La productividad justamente se trata de hacer menos cosas, pero las cosas con más impacto para nuestro negocio y crecimiento.

¿Cuáles son los enemigos más comunes de nuestra productividad?

  • El famoso multi-tasking. En algún momento nos convencimos que “las mujeres somos buenas haciendo multi-tasking”, pero la realidad es que el cerebro no está preparado para hacer múltiples cosas al mismo tiempo ¡y hacerlas bien! Lo que termina pasando es que tardamos más en hacer cada una, perdemos la concentración y cometemos más errores. Con lo cual, lo que pensamos que nos ahorra tiempo, ¡genera lo contrario! Es mucho más productivo hacer de principio a fin una cosa 100% enfocada y después recién pasar a la próxima, que intentar hacer múltiples al mismo tiempo. Si, por ejemplo, tenés que escribir un artículo para tu Blog, publicar algo en Instagram, contestar un mail urgente a un cliente y contactar a tres potenciales proveedores nuevos, lo menos productivo que podrías hacer es ponerte a escribir el artículo mientras al mismo tiempo tenés abierto el mail y además vas viendo en Instagram qué proveedores te gustan. ¡Vas a terminar con todo a medias y más cansada! Lo más productivo sería definir bloques con horarios en los que vas a hacer cada una de esas cosas. Quizás empezás con el mail al cliente porque es un tema urgente, le dedicás 15 minutos ¡y listo! Ya podés pasar al punto siguiente. Cada cosa con su foco, sin interrupciones, y vas a ver como todo te lleva menos tiempo y lo empezás a disfrutar más.
  • La lista de pendientes sin prioridad. Si sos de las que está acostumbrada a ir anotando en una lista todos los pendientes que van surgiendo, te vas acordando o te van pidiendo, es fundamental que esa lista no dirija las prioridades de tu día. Para que no confundas estar haciendo, con estar haciendo lo más importante para tu negocio en ese momento. Tu lista de pendientes es simplemente una lista de pendientes, no una lista de prioridades. Porque si todo es igual de importante, nada es importante. Que esté en la lista no quiere decir que tengas que hacerlo ahora mismo, ni mañana. A veces no tenemos que hacerlo nunca y simplemente borrarlo. Por eso, para mí es fundamental empezar cada día con 10 minutos dedicados a decidir cómo va a ser ese día completo, ANTES de meternos de cabeza a hacer la primer cosa que se nos cruza. Para que seamos nosotras las que decidamos qué es importante, cuáles harás ese día y cuáles no.
  • Las distracciones constantes. Si trabajas mirando WhatsApp, entrando a Instagram o contestando mensajes cada dos segundos, te aseguro que la mayor parte de tu tiempo se está yendo en cosas de poca importancia. Ya hablamos arriba de cómo podemos intencionalmente limitar el tiempo que pasamos ahí, para ponerlo en los lugares de más impacto para nuestro negocio.

Si sentís que los días se te pasan volando, siempre ocupada, corriendo, con mil pendientes, pero termina el año y no hiciste las cosas de gran impacto que querías, es fundamental que revises dónde estás poniendo tu tiempo hoy y cómo estás trabajando.

A veces pequeños cambios en nuestros hábitos de trabajo, generan grandes cambios en los resultados de nuestro negocio.

Así que espero que las sugerencias te sirvan para hacer un análisis sincero, mirar con honestidad cuáles son los hábitos que más te están frenando y accionar en una o dos cosas que sientas que mayor diferencia te pueden hacer.

Te puede interesar

¡Déjame tu comentario!

30 comentarios en «5 hábitos que nos impiden crecer con nuestro emprendimiento y cómo cambiarlos»

  1. Hermosa Nay, siempre dando en el blanco, este post es para imprimirlo, tenerlo visible y re leerlo en voz alta cuando estemos perdiendo el foco!
    Te amo, para mi eres las más grosa del mundo mundial.
    Beso Patty 😘

    Responder
  2. ¡Un post perfecto como siempre! Yo este mes tenía planificado hablar de cómo gestionar Instagram, por que lo veo un montón.

    La obsesión con el like, con mirar si hay comentarios cada dos segundos…

    Un abrazo grande!

    Responder
  3. Gracias Nay! Das en el clavo como siempre. Hoy después de leerte escondí el celu y trabajé dos horas sin mirarlo ni escucharlo, trabajé concentrada y no pasó nada grave! jaja! Es la mala costumbre de tenerlo cerca… Voy a repetirlo cada día a ver si se vuelve un hábito! Gracias y besosssss!

    Responder
    • ¡Hola Silvia! Que lindoooo encontrarte por acá!! 🙂 Buenísimooooo que hayas escondido el celu por dos horas y que te haya servido para concentrarte!! 🙂 💕

      Responder
    • Me encantó tu post y leerlo en Febrero para planificar el año! Es tal cual como decís, pero si trabajar es en la compu, tampoco te terminas de desconectar!!Como haces?

      Responder
      • ¡Hola Cecilia! Que buenoooooo que te gustó el artículo!!! En cuanto a tu consulta, es cierto que al trabajar con la compu pareciera que nunca terminamos de desconectar! Por eso es super importante que te reserves algunas horas al día (y que también te lo agendes!!!) para hacer esas actividades offline que más disfrutes! Por ejemplo en mi caso, me reservo horas específicas para hacer yoga o salir a caminar al aire libre 🙂

        Responder
  4. No me daba cuenta que perdía mucho tiempo en muchas cosas. Ahora invierto mi tiempo en capacitación por ejemplo y me siento más productiva. Gracias.

    Responder
  5. Hola Nay, yo tengo mi emprendimiento en Malta, desde acá siempre te sigo.
    Cuando me tomo el tiempo de leerte, me das un refresh total y vuelvo a centrarme.
    Muchas gracias!

    Responder

Deja un comentario

Podcast_Nayla Norryh

NO TE PIERDAS NINGÚN EPISODIO

Una dosis semanal de inspiración, empoderamiento y acción

Apúntate a mi lista y cada martes te enviaré un nuevo episodio expansivo.