Cuando te das cuenta dónde tienes que enfocar tu energía, todo cambia

En un principio Liz sentía resistencia a enfocarse porque es muy creativa y tenía miedo a perder oportunidades: “Veía que otros colegas estaban ofreciendo cosas que yo no estaba ofreciendo y sentía que tenía que ofrecerlas. Apenas escuchaba una idea sentía que tenía que hacerla”.

A través del proceso de trabajo con Nay, Liz fue descubriendo el alivio que sentía al soltar cosas que le ocupaban tiempo y no le daban rendimiento. En sus palabras: “Cuando te das cuenta de dónde tienes que enfocar tu energía, todo cambia”.

“He llevado mi negocio a otro nivel. Puedo trabajar de otra manera y cobrar mucho mejor por mi trabajo. Y esto ha sido gracias a enfocarme y planificar”.

Como fotógrafa profesional, para Liz fue un gran hito llegar a un nuevo cliente ideal, al fotógrafo que quiere vivir de su talento y su pasión. Ella ya había conseguido vivir de la fotografía, y encontró allí, en su propia experiencia, el potencial que tenía para condensar todo su saber en un programa insignia.

En lugar de dispersar su energía en muchos frentes, Liz se enfocó en el crecimiento de su programa y en solo las primeras dos ediciones, logró reunir más de 300 estudiantes, a un ticket mucho más alto del que ofrecía con sus cursos cortos.

“Es un programa con el que disfruto un montón. No solo enseño sobre fotografía, sino que también vemos el marketing, la estrategia, cómo vender, cómo guiar a las personas… y eso despierta mi creatividad”.

Al enfocarse en potenciar su programa online, el negocio de Liz ya no depende de las sesiones individuales de fotografía y puede elegir con qué clientes trabajar.

Tiene la agenda llena, pero nunca colapsada.

Planificar con antelación le permite saber en qué días y qué semanas tiene disponibilidad para realizar sesiones, y cuándo necesitará tiempo para destinar a la escuela, producir contenidos, tener momentos de autocuidado o tomarse vacaciones.

“En mi primer lanzamiento estaba hecha un caos y eso lo transmitía. Nay nos enseña a parar, desconectar, descansar… Así que, en medio del lanzamiento, fui a escuchar música en vivo, y fue un cambio total. Me di cuenta que era fundamental elevar mi energía. Y el resultado se vio en las ventas, con 170 alumnos y un lanzamiento donde terminé bailando”

Para cuidar intencionalmente su energía, hoy Liz planifica toda la estrategia previa al lanzamiento con tiempo, para poder incorporar rutinas y actividades que le permitan cuidar y elevar su energía durante ese momento.

“Yo recomiendo a Nay a todo el mundo, porque mi vida cambió cuando nuestros caminos se cruzaron. Tu inversión en sus programas se multiplica un montón. No solamente se multiplica tu dinero sino que se multiplica tu planificación, tu paz, tu organización y tu confianza”.