Las cosas fluyen cuando aprendemos a priorizar nuestra energía

“Level up me permitió ordenar mi oferta de cursos y programas, y aprendí cómo gestionar mejor a mi equipo, teniendo clara la función de cada uno de ellos.

El principal hito fue interno. Me ayudó a tener una visión clara de cómo se maneja una empresa, y el trabajo interno indispensable para poder manejarla.

Al terminar Level Up tuve mucho más claro todo y me dio calma. Me dio calma entender cuáles eran las implicaciones del lugar donde yo estaba ahora”.

Flor cuenta que, en su caso, tuvo que trabajar desafíos y miedos personales que le impedían llamarse a sí misma empresaria o CEO.

“Me di cuenta de que tenía una empresa y no tenía idea de cómo tenía una empresa. Y quería volver a la fase emprendedora, porque me daba miedo, y no quería verme como empresaria”

“De repente crecí tanto, que estaba en otro lugar, pero no sabía si aceptarlo, no sabía cuáles eran las implicaciones y me sentía en crisis. Me iba bien, pero estaba en crisis porque no sabía cuáles eran los pasos que seguían a nivel laboral y personal”.

A partir del trabajo con Nay, tuvo la claridad para ver que una empresa, cuando es propia, también “te involucra personalmente”, y ganó la calma de saber que si sigue trabajando en ella misma, está trabajando en su liderazgo.

Al plantearnos escalar, aparecen desafíos que tocan nuestras creencias. En algunos casos, como cuenta Flor, “miedos e inseguridades que creía haber trabajado pero que estaban aún ahí”.

En su experiencia trabajando con Nay, Flor cuenta que le encanta “ese puente que hace entre lo sistematizable, lo ordenable, lo gestionable y el trabajo interno que una necesariamente tiene que hacer para poder crecer”.

“Ahora, cada vez que veo un desafío, miro primero hacia dentro y trato de ver qué relación tiene ese desafío laboral con lo que me pasa interiormente”.

Antes, si las cosas no funcionaban, Flor trataba de “hacer más para que funcionen”. Ahora, si algo no sale bien, mira hacia dentro, para ver en qué áreas de su vida no se está cuidando, y así comprender mejor por qué las cosas no funcionan a nivel laboral.

“Ahora sé que cuando estoy con algo importante tengo que cuidarme más a mí misma, me relajo, me mimo, me cuido… eso es MUY PODEROSO.

Así, las cosas fluyen más, y al final terminas siendo más resolutiva, porque cuando estás bien de energía trabajas menos, porque tu cabeza está más clara, porque estás más tranquila y puedes tomar mejores decisiones y hay mucha más claridad cuando hay desafíos. Las cosas fluyen y eso es porque aprendimos a priorizar nuestra energía”.