5 CREENCIAS QUE TE PUEDEN FRENAR DE ATRAER MÁS CLIENTES

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Cuando me puse a pensar todo el contenido para los 3 videos y las guías de ejercicios del mini-curso gratis enfocado en «cómo atraer más clientes a tu emprendimiento», más allá de las estrategias puntuales de marketing que trabajamos esos días, siempre me aparecen cuestiones o “estrategias” más emocionales que también son fundamentales para crecer con un negocio.

Y, como para mí son tanto (o más importantes!) que las estrategias de negocio, no quería dejar de compartirte las 5 emociones o creencias que más veo (y vivo!) que quizás te pueden estar frenando hoy de atraer clientes  y crecer con tu emprendimiento.

Para que si también te ves reflejada en alguna, sepas que no sos la única que piensa o siente eso, y veas cómo accionar diferente para salir de esos pensamientos que tantas veces no nos suman para avanzar.

CREENCIA #1 – “Cuantas más cosas, mejor”

Esta es una creencia que nos termina abrumando y colapsando. Vamos agregando más productos, más opciones de servicios, más talleres, más, más, más… con la creencia que cuantas más opciones tengamos, más probabilidades de vender.

Pero casi siempre es exactamente al revés. A veces por agregar tantas cosas terminamos complejizando demasiado nuestra oferta, y el potencial cliente del otro lado no termina ni de entender todo lo que tenemos o cómo elegir lo que es mejor para él o ella.

Demasiadas opciones confunden y una persona confundida no compra.

Lo mismo con tus planes de marketing o comunicación. Si intentamos hacer mil planes, al final no terminamos haciendo ninguno bien. Y muchísimas veces va a tener más impacto en tus ventas, hacer pocas cosas pero enfocadas, que tener mil frentes abiertos al mismo tiempo.

Yo caí en este creencia con mi primer negocio. Tenía una tienda online para bebés y en el afán de vender más, empecé a sumar planes y más planes: lista para Babyshower, agencia de prensa, alianza con jardines de infantes, un Showroom propio… ¡y más! Terminé colapsada, no disfrutando ninguno de los planes y haciendo todos a medias. Porque literalmente ¡no me daba la vida!

Y cuando no pude más y empecé a eliminar casi todo, más en la desesperación de liberarme tiempo, que otra cosa… ¡la magia ocurrió! Menos planes, más ventas.

Porque a esos pocos planes que dejé, tuve el tiempo (y la energía mental) para pensarlos e ir haciéndolos cada día mejor. Porque no hay cerebro cansado al que se le ocurran buenas ideas. Y si estamos siempre a las corridas y no tenemos tiempo de pensar y mejorar, a nada le sacamos el máximo provecho.

Hay una frase que me encanta que dice “Simplificar para amplificar” y estoy convencida que es así. Es una de las primeras cosas que suelo trabajar con las emprendedoras que se sienten colapsadas y abrumadas, pero sin las ventas que quieren. Revisamos todo lo que están ofreciendo y haciendo, y empezamos a simplificar, simplificar y simplificar. Y siempre los resultados terminan siendo mejores y mucho más productivos.

Porque las ventas aumentan, pero encima concentradas en muchos menos planes y horas de trabajo.

Así que si te ves reflejada en esta vorágine de hacer, hacer y hacer… te sugiero que frenes un poquito a revisar qué de todo lo que estás haciendo hoy realmente te está funcionando, y dónde los resultados no se hablan con todo el tiempo y esfuerzo que estás poniendo. Para decidir qué vale la pena simplificar y dejar de hacer, para enfocar tu energía y tiempo en menos cosas más grandes.

CREENCIA #2 – “Es físicamente imposible que yo me muestre, me muero de vergüenza”

Te entiendo, te juro que te entiendo. A mí esta fue una de las creencias o miedos que definitivamente más me frenó. Apenas empecé con mi Blog, el solo hecho de subir una foto mía, ya me empezaba a generar angustia en la panza. ¡Ni pensar en subir fotos a las redes! ¡Y de hacer videos mejor ni hablemos! Porque entonces directamente caía desmayada redonda al piso. Nervios, miedo, angustia… ¡todo junto!

Al principio pensé que era porque “soy tímida o introvertida”, pero la verdad verdadera es que tenía más que ver con un miedo universal que tenemos todas: el miedo al rechazo. Si subo una foto y nadie pone ni un “me gusta”, ¿qué pasa? Si hago un video y la gente odia mi voz, ¿qué pasa? Nos armamos unos fantasmas gigantes en la cabeza, y al final lo que pasa es todo lo contrario.

Si te mostrás, la gente del otro lado ve un ser humano real detrás de una marca. Y eso es lo único que puede generar una conexión emocional. Porque las personas conectamos con personas.

No digo que entonces no va a costar. Lo que digo es que cuesta pero vale la pena. Porque cuanto más ponemos nosotras y más nos animamos, más recibimos también.

A mí me sigue costando cada vez que me tengo que poner frente a la cámara y la noche anterior empiezo con “mmm bueno quizás mañana mejor no filmo porque va a estar nublado, mejor lo hago pasado mañana”, pero lucho con todos mis fantasmas y las ganas de procrastinar absolutas, porque se que lo que puedo ofrecer en un video es muchísimo más. Y cada vez que lo hago, lo que recibo del otro lado es muchísimo más también.

Así que si también te pasa, mi sugerencia es que empieces de a poco. Muchas veces implica salirnos de nuestra zona de confort, pero no es necesario que sea una zona de incomodidad y sufrimiento. Entonces, primero quizás haciendo los textos de tus publicaciones «más vos». Mostrándote ahí, aunque no estés mostrando la cara. Mostrar tu forma de pensar, hablar como le estarías hablando a una amiga, ser lo más auténtica posible.

Una vez que estés cómoda con eso, entonces probar subiendo una foto, quizás contando un poquito cómo empezó tu marca, por qué haces lo que haces. Que subas una foto no quiere decir que entonces vas a tener que subir fotos tuyas todos los días. Una para probar. Que en las redes sociales igual en un segundo todo pasa. Podrías empezar el texto diciendo exactamente eso: “Nunca subo fotos mías porque la verdad es que me da bastante vergüenza, pero no quería dejar de mostrarles quién está detrás de…” ¡Cuánto más sincera mejor!

CREENCIA #3 – “La inversión en marketing es un gasto”

Esta creencia yo no la pasé, porque venía del mundo del marketing trabajando más de 10 años para marcas multinacionales, con lo cual tenía clarísimo que la inversión en marketing era necesaria. Siempre. Aunque seas una marca gigante mega posicionada en el mercado, igual seguís haciendo marketing.

En el mundo emprendedor, a veces tengo que “luchar” un poquito con la creencia que la inversión en marketing es un gasto o algo que sólo hay que hacer al principio “hasta que te hacés conocida”.

En primer lugar, la inversión en marketing es justamente una inversión, no un gasto. Una inversión para vender. Por eso siempre, mi primer sugerencia es que tenemos que verla y estimarla como un % de las ventas que estamos queriendo conseguir. Si queremos vender $1,000 el mes que viene, entonces qué % de esos $1,000 voy a destinar a invertir en acciones de marketing, para poder llegar a esas ventas.

Sea en publicidad paga, o en productos que voy a regalar para hacer sorteos, o en productos que le voy a regalar a otros para hacer alianzas, u horas que voy a destinar a ofrecer asesorías de 20 minutos sin costo para capturar nuevos potenciales clientes.

Esos son los medios en los que destinarás esa inversión, dependiendo tu tipo de negocio y la etapa en la que estés. Porque, depende de eso también, los objetivos de ventas que te estés poniendo. No va a ser lo mismo si recién estás empezando, que si estás con tu negocio hace 5 años. Por eso, tampoco va a ser lo mismo, lo que vas a invertir en marketing en cada etapa. Quizás el % se mantiene, pero el monto en absoluto probablemente vaya creciendo.

Y ese es el segundo punto importante. La inversión en marketing no es algo que hacemos al principio “porque queremos hacernos conocer”. Es una inversión que hacemos siempre. Irá variando el cuánto y el cómo, pero siempre vamos a tener que invertir (tiempo y dinero!) para seguir creciendo.

Por eso el plan de marketing no es algo que hacemos una única vez en la vida y chau. Es algo que hacemos todos los años. Porque cada año tendremos objetivos de ventas diferentes y en función de eso, invertiremos diferente y haremos acciones de marketing diferentes.

CREENCIA #4 – “Es que no soy buena con…”

Ésta frase es definitivamente la que más escucho todos los días. “Yo quiero crecer con mi negocio, el tema es que no soy buena con…” ¡Y llenemos el espacio con lo que se te ocurra!

“Es que no soy buena con los números”

 “Es que no saco lindas fotos”

“Es que no se de marketing”

“Es que no soy organizada”

“Es que no soy buena comunicándome”

TODAS TENEMOS PARTES QUE NOS CUESTAN MÁS. EL TEMA ES CUANDO ESO NOS LIMITA Y NOS QUEDAMOS TRABADAS AHÍ, EN LUGAR DE SALIR A APRENDER O BUSCAR AYUDA.

Que hoy no sepas hacer algo, no quiere decir que estés genéticamente configurada para nunca saber hacerlo. Simplemente quiere decir, que hoy no sabes hacerlo o que no te sale tan fácil como otras cosas.

Pero si creer eso te está limitando a crecer o hacer algo que querés, te invito a que lo mires para empezar a cambiarlo.

Porque si nosotras nos convencemos que “somos malas con los números”, entonces ni abrimos un Excel del pánico que le tenemos, lo que hace que nunca miremos los  números, lo que refuerza que no seamos buenas con eso…y se genera un círculo que nos estanca en lugar de hacernos crecer.

Si crees que no sos organizada (y eso hoy te está impidiendo avanzar!) a sacudir esa creencia y empezar a organizarte aunque sea con algo chiquito. Quizás sentándote una hora los lunes para organizar la semana. O proponiéndote organizar tu calendario de publicaciones con una semana de anticipación. No intentes empezar planificando 3 meses de contenido, porque ahí es donde nos trabamos por querer empezar con demasiado. Una semana de planificación ya es mucho mejor que un día. Y cuando tengas la rutina de una semana, entonces probás qué pasa planificando 15 días.

Si crees que no sos buena con los números, empezá por lo menos mirándolos. No intentes tener los financieros más complejos del mundo como si fueses una multinacional, simplemente empezá llevando un registro de tus ventas y costos.

Si crees que no sos buena con la comunicación, empezá a practicar escribiendo y publicando algo todos los días. Aunque los primeros días te lleve una hora escribir un párrafo de 3 líneas.

Te aseguro que aprendiéndolo y haciéndolo es la única manera de volverte buena en algo.

Y, así como la inversión en marketing es una inversión continua para tu negocio, estoy convencida que lo mismo es la inversión en educación. Sea que lo hagas con cursos o que dediques horas a aprenderlo por tu cuenta, creo que es indispensable invertir en aprendizaje para crecer.

Por supuesto es imposible pretender aprender todo junto y al mismo tiempo. Y al igual que, los planes de nuestro negocio es mejor que sean pocos y enfocados, lo mismo con los cursos. La sobredosis de información no nos sirve de nada. Es preferible elegir uno o dos cursos por año que sí o sí quieras hacer, para aprender lo que querés aprender, para conseguir lo que querés conseguir, que hacer mil millones de cursos o leer mil millones de cosas, y al final marearnos y no terminar aprendiendo o aplicando nada.

CREENCIA #5 – “Si cobro lo que realmente vale, no va a comprar nadie”

Ohhhh sí sí sí, la más difícil de todas las creencias o miedos.  ¿Cuánto vale realmente lo que estoy ofreciendo? ¿Cómo hago para animarme a cobrar eso?  ¿Y que pasa si nadie lo quiere pagar?

Esto lo veo mucho y sobre todo cuando lo que vendemos son servicios o productos artesanales hechos por nosotras mismas. Porque es cuando más sentimos que nos tenemos que poner un valor nosotras.

A veces, cuando empiezo a revisar los números con algunas emprendedoras, incluso están cobrando menos de lo que les cuesta en horas y materia prima hacer lo que venden. Literalmente lo están regalando. O emprendedoras que están cobrando muy por debajo que otros en su rubro, por miedo a que como “tanto no la conocen”, entonces no la contrate nadie.

Por supuesto es lógico que cuando recién estás empezando no cobres lo mismo que alguien que hace 10 años está ofreciendo eso. Porque la experiencia cuenta en la calidad de lo que ofrecemos.

Pero tenemos que tener cuidado que, no querer subir los precios, no sea una forma encubierta del miedo al rechazo del que hablamos antes.

Si hoy el precio al que estás ofreciendo tus productos, es más bajo que el tiempo que te lleva hacerlos y el costo de las materias primas, ¡no es sostenible! Es preferible que te compren menos, pero esos menos sean más rentables, que estar colapsada de pedidos que no te dejan ninguna ganancia.

Y, algo que vimos en el mini-curso gratis, es que uno de los roles principales de nuestra comunicación tiene que ser mostrar el valor de lo que estamos ofreciendo. Porque las cosas no son caras o baratas en absoluto. Sino, que las personas están dispuestas o no a pagar por lo que estás ofreciendo, en función del valor que perciben que tiene eso para ellos. ¡Y es nuestro trabajo comunicar ese valor!

Superé una vez más mi vergüenza total a salir en cámara, así que espero verte del otro lado y que te sirva todo lo que te comparta 🙂

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5 comentarios en «5 CREENCIAS QUE TE PUEDEN FRENAR DE ATRAER MÁS CLIENTES»

  1. Wow! buenísimo, esta parte de aparecer frente a una cámara es parte de lo que me tiene muy abrumada. Pronto lanzaré una campaña y como parte de esto, las recomendaciones de la plataforma es hacer un video en el que salga el creador. Me quitaré estos fantasmas de la cabeza. Gracias!

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    • Uyyy si te entiendo perfecto Adriana, porque a mí me pasó lo mismo… pero te prometo que una vez que lo haces por primera vez (con todos los nervios!) y ves la linda repercusión del otro lado… poco a poco se va haciendo más simple y (yo por lo menos) cada día lo disfruto más y más!!! Como con todo la primera vez, es cuestión de pasar esos fantasmas que lo hacen ver peor de lo que es, y después vas a ver que te fluye mucho mejor!!! EXITOS y ojalá te animes!!!! 🙂

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  2. Me encanta!! estoy muy ansiosa de hacer el curso y recibir tus tips! Realmente me pareces súper clara, actual, fresca y hablar desde la experiencia personal, da más seguridad en la posibilidad de logros! Muchas gracias por compartir tus conocimientos! Te felicito! 😗

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  3. Me senti re identificada con la #4 y la #5, la inseguridad nos juega siempre una mala pasada, y creo que al ser nuestras propias jefas es dificil perdonarnos por las cosas que hacemos mal, o darnos estimulo positivo cuando solo vemos los defectos, somos muy duras con nosotras mismas.
    Cambiar esas cosas es todo un desafio!

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